23 agosto 2011

Chips subcutáneos para humanos


Hace unos años, cuando ya me llamaban conspiraóico, hablaba de que seguramente todos los seres humanos, al igual que millones de mascotas hoy en día, tendríamos un chip que nos identificaría e incluso nos clasificaría de tal modo que seguiremos inmersos en una sociedad clasista, pero mucho más heavy. Recuerdo que comentaba que seríamos como un producto, como una simple mascota. Ahora esto ya es una realidad. Ya hay muchos seres humanos con implantes de chips subcutáneos que los utilizan para identificarse a la hora de acceder a áreas restringidas gubernamentales o incluso, que esto ya roza la ciencia ficción, a fiestas elitistas en las que tan solo los elegidos podrán acceder.

MicroDot es una propuesta de los Estados Unidos para identificar a todos y cada uno de los habitantes de un país. Y yo me pregunto ¿soy conspiranóico? No amigos, la realidad siempre supera la ciencia ficción, o lo que yo siempre he pensado, la ciencia ficción se basa en la realidad, pero no en la que todos vivimos, si no más bien en esa realidad que nos ocultan gobiernos y multinacionales. Ellos tienen planes para nosotros y nosotros nos limitamos a pensar que son avances que nos garantizarán el día de mañana una vida tranquila, saludable y con más beneficios que en la actualidad. Pero en realidad nos plantean una realidad mucho más distinta y con menos libertades de lo que parece.

Imagina ser un habitante de un país X que obliga a todo aquel que viva allí a implantarse un chip de estas características. Vas paseando por la calle y dicho chip puede incluso enviar a escáneres colocados en las vías públicas, información sobre tu posición y ficha personal de datos. Ya no harían falta cámaras en las calles como nos planteaba la novela de George Orwell, 1984 bastaría con un chip subcutáneo para tenernos bien controlados. Incluso si un policía posee un escaner de este tipo, podría leer los datos de nuestro chip y saber si somos bien recibidos en su país o no. ¿Os imagináis que cierren las ciudades con grandes murallas para evitar que la gente sin chip implantado no puedan pasar? Es algo muy parecido a lo que sucede en Código 46 una película de Michael Winterbottom.




Así es como yo mismo creo la hipótesis de que el cine, está muy ligado a ciertos círculos cerrados elitistas y que nos muestran, a nuestra forma de ver las cosas, por entretenimiento, lo que puede suceder en este mundo. Recuerdo haber leído por ahí que Julio Verne, por ejemplo, perteneció a un grupo secreto, de cuyo nombre no me acuerdo, y por ello conocía ciertos avances tecnológicos en los cuales inspiró sus obras. ¿Y por qué le permitirían hablar de esos adelantos si son obra de una élite oculta? Pues muy sencillo, cuando dan a conocer este tipo de ideas o bocetos sobre herramientas, artefactos, o ensayos sobre posibles civilizaciones nuevas bajo el cine, teatro, fotografía, música, literatura,... Y encima se les encasilla como ciencia ficción... Ya lo tenemos, un porcentaje altísimo de la sociedad lo verá como eso, como algo imaginario, ciencia ficción. No hay que darle más vueltas. Los que pensemos que pueden ir por ahí los tiros en un futuro, no muy lejano todo sea dicho, seguiremos siendo lo que somos, conspiranóicos. Tipos locos que ven lo que otros no porque quieren verlo y no porque verdaderamente existan similitudes con avances actuales o descubrimientos arqueológicos inclasificables en la Historia que conocemos.


Gracias a este chip, aunque en el mercado cada vez existen más y mucho más novedosos, nos tendrán más que controlados. Como vengo diciendo desde hace ya más de dos años de forma pública gracias a este blog y de forma personal junto con amigos y compañeros, el gran hermano ya está entre nosotros, es dueño de nuestras vidas y cada día lo será más y más. Siempre nos meten el miedo en el cuerpo para que pensemos que este tipo de dispositivos nos ayudarán el día de mañana a alcanzar un nivel óptimo de seguridad y satisfacción.


Bien nos lo venden como una herramienta para tener controlados a nuestros hijos, incluso aplicaciones más sofisticadas como por ejemplo la de espiar a nuestras mujeres o nuestros maridos mediante implantes ocultos que solo responden a una determinada frecuencia que lleve un código secreto y que por ende activa ese dispositivo oculto revelando así información como por ejemplo con quién ha estado, ya que podría tener una aplicación de lectura de otros chips, dónde ha estado, a qué horas y si ha practicado o no sexo, pues podría realizar un pequeño análisis médico, midiendo estrógenos, pulsaciones y otras sustancias que segregue el cuerpo en estado alterado por excitación sexual.


Esos simplemente serían los detalles y las aplicaciones con las que nos venderían la idea de implantarnos un chip de estos, por nuestra seguridad y la de nuestras familias. Ya que una de las aplicaciones más llamativas es la de implantar a uno de nuestros hijos con esta tecnología para saber dónde están y con quién. Incluso de si toman sustancias nocivas para su salud como drogas, tabaco o alcohol. La población como loca se tirará en masa para implantarse uno de estos, por su seguridad y no saben que realmente están dando el paso definitivo hacia la esclavitud.


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