Facebook, la red social más grande hasta el momento que cuenta aproximadamente con unos 700 millones de usuarios en todo el mundo:
Julio 2009 - 250 Millones de usuarios
Septiembre 2009 - 300 Millones de usuarios
Diciembre 2009 - 350 Millones de usuarios
Julio 2010 - 500 Millones de usuarios
En fin, digamos que sí, su crecimiento es a pasos de gigante. Comparemos estas cifras con un país, por ejemplo, Alemania, el país más poblado de Europa, cuenta con unos 81.879.976 de habitantes, mientras que Facebook se estima tiene 700.000.000. Ahí es nada, ¿verdad?
¿Toda esta información del censo para qué? Pues simple, a una niña en Alemania, se le ocurrió crear un evento público de su cumpleaños al que tan solo invitó a sus amistades, pero claro, al tratarse de un evento público, para quien no sepa de que va el tema quiere decir que crea una sección en Facebook donde publica la dirección y la hora de su fiesta de cumpleaños y al no restringir la visualización del mismo solo a sus amigos, cualquiera en la red podía visitar dicho evento.
El caso es que terminaron confirmando la asistencia unas 15.000 personas de las que terminarían asistiendo aproximadamente 1.600 personas. Estas 16.000 personas, de menos de una veintena que había sido invitada en un principio, se presentaron en el cumpleaños, es decir, en el domicilio de la niña que cumplía 16 años causando destrozos en los alrededores a causa de tirar piedras, botellas de cristal, papeles, vómitos,... En fin, lo que viene siendo una fiesta. Los vecinos de la joven terminaron llamando a la policía y la familia de la niña terminó contratando los servicios de una empresa de seguridad privada para que se hicieran cargo de mantener el orden, puesto que la policía no daba a basto.
El poder de las redes sociales es cada vez mayor y no sé tampoco porque nos seguimos empeñando en decir redes sociales, cuando más bien es el poder de Facebook a secas, ya que es líder en el sector y ninguna otra red social le hace frente ni de lejos. Estos son algunos de los peligros que se pueden correr al no saber utilizar Facebook y sus herramientas de un modo adecuado.
Pero lo curioso de esto es ¿por qué toda esa gente querría asistir al cumpleaños de una menor de 16 años a la que no conocen? ¿Por hacer la gracia? ¿Como excusa por montarla? ¿Una apuesta? Son datos que no tengo, pero desde luego que llama la atención que unas 1.600 personas se congregaran en la casa de la niña con el botellón bien preparado para liarla hasta altas horas de la madrugada. El poder de las redes sociales, que en ocasiones convierten al individuo en masa con su propia mente colectiva. Esto tiene su punto positivo y sus lados oscuros y negativos. ¿Se tratará de un experimento más social al que nos someten las sombras? Ni idea, el caso es que menos la niña, que terminó celebrando el cumpleaños en otro lugar y el resto de vecinos, lo pasó fatal por los disturbios, las peleas, la suciedad y los destrozos que esta gente ocasionó. Ahora bien, el resto disfrutó como niños.
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